viernes, 28 de junio de 2013

Nahuelito en Crónicas Criptozoológicas

Ya está disponible el audio correspondiente a la sexta entrega de Crónicas Criptozoológicas, la sección presentada por Javier Resines en el magazine radiofónico En la búsqueda, dirigido por José Antonio Roldán y Yolanda García.

Supuesta imagen de Nahuelito tomada en abril de 2006 por un testigo anónimo
En esta ocasión conoceremos a Nahuelito, el extraño ser que supuestamente habita en el lago Nahuel Huapi, situado en la Patagonia argentina.

Recorreremos el cono sur americano buscando testigos de sus múltiples apariciones y tratando de desentrañar qué se esconde tras este extraordinario animal y tras los numerosos encuentros sucedidos en otros lagos de la región con otras  criaturas imposibles.


Puedes escuchar y descargar el programa a través de este enlace o en la sección Emisiones de radio, situada en la parte superior derecha del blog.


martes, 25 de junio de 2013

El ser de Atacama. Entrevista con Ramón Navia-Osorio.

Desde el pasado mes de abril, concretamente desde que se hizo público un controvertido documental norteamericano titulado Sirius, el conocido como ser de Atacama vuelve a estar de actualidad.

Encontrado en 2003 en el desierto chileno por un buscador de antigüedades, el también denominado ser de La Noria tiene una parte española en su historia, al haber sido investigado, adquirido y custodiado por el IIEE (Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos) en su sede de Barcelona.

Tras una intensa negociación con el dueño del ser, los restos son adquiridos en julio de 2004 por el IIEE de Chile que posteriormente los traslada a su delegación en España, presidida por Ramón Navia-Osorio. Según informa la entidad en diversos comunicados, se encarga a un equipo multidisciplinar el estudio de su posible composición y origen. Es más, se indica que diversos miembros de la Real Academia de Ciencias de Barcelona y de diferentes universidades europeas y americanas están reuniendo sus conclusiones en un dossier que aparece publicado en diciembre 2011..

En la obra, Navia-Osorio presenta las conclusiones sobre el controvertido ser a las que han llegado investigadores de diferentes instituciones científicas, lamentándose del hecho de no haber logrado extraer de  ninguno de ellos un pronunciamiento claro sobre la naturaleza del esqueleto, ni a favor, ni en contra.

De las diversas teorías que se encuentran sobre la mesa de debate acerca del origen de esta extraña criatura, nos interesa la que estima que pueda tratarse de un homínido desconocido. Se trata de una posibilidad remota, pero que cuenta con sus adeptos.

La explicación oficialista (se trata de un feto momificado de hombre o de mono) o la ufológica (estaríamos ante el esqueleto de un ser extraterrestre), completan el trío de posibilidades que explicarían qué es Ata, nombre que también se ha dado a la pequeña entidad.

Recientemente, Nava-Osorio ha ofrecido una entrevista a la revista Dogma Cero (http://www.dogmacero.org/ ) en la que cuenta –de primera mano – sus impresiones ante la realidad existente en torno a este enigmático ser.

Desde Criptozoología en España queremos agradecer a David Álvarez, editor de DogmaCero y autor de la entrevista, el permiso para reproducir la interesante conversación que mantuvo con el principal protagonista de esta historia, Ramón Nava-Osorio, Presidente del IIEE. A continuación, transcribimos la entrevista publicada.

ENTREVISTA A RAMÓN NAVIA OSORIO-VILLAR:
 El ser de Atacama no es un fraude”

Ramón Navia-Osorio
Hace tiempo que quería entrevistar a Ramón Navia-Osorio Villar, al que conozco personalmente desde hace casi 40 años. Así que cuando hace unos días le llamé para hablar del “Humanoide de Atacama” (aunque a él no le gusta nada ese nombre), que había saltado a la máxima actualidad en los foros especializados, encontré la ocasión perfecta para hacerlo.

Ramón Navia fue piloto de la marina mercante y, posteriormente, prestó sus servicios en una multinacional de la informática, pasando posteriormente a gestionar su propia empresa. Ha viajado por todo el mundo, en ocasiones por motivos profesionales y en otras investigando casos que le llegaban de avistamientos de “no identificados”. Y la primera pregunta, aunque recurrente, era inevitable.

DogmaCero: ¿Cómo ves el actual panorama de la ufología nacional?

Ramón Navia: Un desastre. No existe. No se hace prácticamente nada. Es cierto que hay muchos periodistas, informadores, divulgadores… todos ellos excelentes personas, que si les pides información te la facilitan, pero investigadores de campo, como lo entendíamos hace unos años, apenas hay nada.

DC: ¿Cuánto tiempo hace, Ramón, que te dedicas a la investigación OVNI?

RN: (Profundo suspiro…) Pues no sé, la verdad, nunca lo he contado. Eso se lleva en la sangre. Cuando era niño, mientras mis amigos leían “El guerrero del antifaz” o “Roberto Alcázar y Pedrín” yo disfrutaba con “Flash Gordon”: naves espaciales, habitantes de otros planetas, estrellas lejanas… Recuerdo que, allá por 1960, quedé impactado por uno de los primeros casos que pude leer en la prensa, que sucedió en Bahía Blanca (Argentina), en el que un objeto no identificado fue detectado por la marina argentina en el interior de Bahía Blanca. Con la ayuda de la marina norteamericana acordonaron la zona y bloquearon cualquier posible salida, pero cuál no fue la sorpresa cuando, de forma totalmente inexplicable, aquel objeto desapareció. Reconozco que ese caso marcó para mí un antes y un después, pero ya antes me había interesado por esos casos. Recuerdo que uno de los primeros libros que leí fue “Incidente en Exeter” de Frank Edwards y fue ahí donde comenzó una colección que hoy en día debe ir por los mil y pico libros, sólo de ufología… porque de temas conexos tengo muchos más.

DC: ¿Y cómo surgió la idea de crear el II.EE.[i]?

RN: Yo pertenecía al CEI (Centro de Estudios Interplanetarios) en el que estaba como investigador de campo. Era la época en la que era presidente Casas Huguet y la sede estaba en la calle Balmes, en Barcelona. Recuerdo que le comenté al secretario general del Centro la necesidad de contratar una línea telefónica para que los posibles testigos de avistamientos y aquellos otros con los que me entrevistaba, muy numerosos en aquella época, pudieran comunicarse con nosotros porque en mis trabajos yo me encontraba con frecuencia que los testigos me pedían un teléfono de contacto. El equipo que dirigía el CEI no estuvo de acuerdo y esto fue el detonante, junto con divergencias en el enfoque del estudio de los no identificados, que, junto con Alberto Vallés, decidiéramos iniciar un camino por nuestra cuenta, creando el Instituto de Investigaciones y Estudios Exobiológicos.

DC: ¿Por qué “exobiológicos”?

RN: Porque en la sociedad en la que vivimos, el nombre tiene mucha importancia. Se trataba de no poner “platillos volantes” que empezaba a estar ya muy desacreditado. Porque colocar un nombre equivocado puede abocarte al fracaso. Hablar de “platillos volantes”, de “gárgolas”, de “chupacabras”… puede dar una idea equivocada del tipo de estudios que realizamos y de su rigurosidad. Así que decidimos ponerle el nombre de “exobiológico”, aunque en aquella época la gente nos preguntaba por su significado porque nadie lo sabía.

DC: Y os pusisteis a trabajar en la investigación OVNI…

RN: ¡Qué va! Fue mucho más complicado. Quisimos hacerlo bien, así que encargamos el diseño de un logotipo, posteriormente registrarlo, redactar los estatutos, organizar el material que a nivel particular tenía cada uno… Y después empezó un largo periplo, lleno de dificultades, para legalizarlo ante el Gobierno Civil de la época. Al principio nos pusieron muchas pegas pero como fuimos tan insistentes y casi por agotamiento, el funcionario que tramitaba nuestro expediente, un día nos dijo que él había escrito un libro en el que se explicaba todo lo que había que hacer para constituir y legalizar sociedades. Nos dijo: “Si lo leéis y lo hacéis conforme yo digo, os legalizo”. Y así lo hicimos. Al cabo de un tiempo volvimos a presentar toda la documentación y nos la aceptó, si bien faltaba un último trámite: un informe técnico del ámbito académico que avalase que la solicitud de legalización se podía tramitar como “instituto de investigación”. Así que se remitió todo el expediente a la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona.

DC: ¿En qué año sucedía todo esto?

RN: Corría el año 1974, pero, claro, lo trámites fueron muy largos. Nosotros empezamos a mover papeles en 1970.

DC: ¿Y cuál fue la actitud del mundo académico?

RN. Pues la verdad es que en este caso tuvimos suerte. Recuerdo que tuvimos una entrevista con el catedrático de la Universidad de Barcelona, el Dr. Ramón Parés Farrás[ii], que para nuestra sorpresa era conocedor del fenómeno OVNI y que en seguida se mostró abierto a apoyar nuestra iniciativa. Curiosamente, ese fue el inicio de nuestra amistad personal y, de hecho, actualmente sigue colaborando con el II.EE. en el caso del “ser de Atacama”.

DC: Un caso increíble…

RN. Sí, pero totalmente real, te lo aseguro. Un caso con el que nos topamos casi por casualidad.

DC: ¿…?

RN: De siempre nuestra investigación se ha centrado en los OVNIS y en la investigación ufológica sobre el terreno: el llamado “trabajo de campo”. Recorriendo lugares distantes, nos hemos encontrado con frecuencia con temas que nos han llamado la atención y que, de uno u otro modo, están conectados con el fenómeno OVNI. Porque el fenómeno no abarca solamente un avistamiento o un encuentro, sino que comprende muchas disciplinas que con el tiempo hemos descubierto que guardan relación estrecha, aunque tal vez no en apariencia, con el fenómeno OVNI.
En una ocasión en la que estábamos en el desierto de Atacama, en Chile, nos encontramos con que un cuáquero nos dijo que había descubierto una especie de esqueleto momificado, de un ser muy pequeño, extremadamente curioso. Cuando nosotros lo vimos por primera vez, nos llamó mucho la atención el extraordinario parecido que tenía con el tipo humanoide identificado en ufología con el nombre de “los grises”. Pero, claro, era mucho más pequeño, tenía el cráneo abultado, unos brazos muy largos, unos ojos almendrados… tenía, en fin, unos parámetros que cuadraban con la descripción que algunos testigos hacían de un determinado tipo de extraterrestre.

DC: Pero el motivo del viaje a Chile fue la investigación de unos casos de avistamiento denunciados en la zona de Atacama.

RN: Sí, sí. El motivo de nuestras expediciones sobre el terreno es siempre la investigación OVNI. En este viaje iba acompañado de Raúl Núñez, nuestro delegado en Chile y estando allí nos llegó la noticia de que se había encontrado ese “ser”. Un hombre de negocios de la zona de ascendencia catalana, Ricardo Clotet, me enseñó unas fotos que me dejaron sorprendido y posteriormente me lo mostró físicamente. Al parecer, el Sr. Clotet se lo había comprado a un cuáquero de nombre Oscar Muñoz, que lo había encontrado en un vertedero de basura de La Noria. Para ser exactos: Oscar Muñoz lo encontró, el hermano de Ricardo Clotet se lo compró y éste lo primero que hizo fue ofrecerlo a una cadena de televisión chilena. Cuando me lo presentaron y me contaron la historia, vi claramente que si el “ser” acababa en un plató de televisión, se convertiría en un circo mediático y, al final, podría deteriorarse e, incluso, perderse para siempre. Mi interés no era para coleccionar y, ni mucho menos, para hacer negocio alguno, al contrario, al Instituto y a mí personalmente todo este asunto nos ha costado y nos sigue costando mucho dinero, sin que tengamos ningún interés mercantil en todo esto. Nuestro interés es totalmente científico, para que este asunto se conozca y se investigue. Por la morfología que presentaba el “ser” vi enseguida que era algo muy importante que debía ser investigado, rescatándolo de cualquier tipo de espectáculo o de un coleccionista que lo relegase a una vitrina.

DC: Y entonces lo traes a España…

RN: No, no. Y no por falta de ganas. Nosotros queríamos que entrase en nuestro país por la puerta grande para que luego fuera investigado por estamentos científicos y académicos como se merece.

DC: ¿Y qué sucedió?

RN: Mientras estábamos en Chile, Raúl Núñez le mostró el “ser” a un médico, el Dr. Raúl Artesana Sanabria, que le hizo un primer reconocimiento por si se trataba de un fraude. Tras su análisis, el Dr. Artesana concluyó que era un ser físico, real, que no era un fraude. Aun así, le dijimos al Sr. Clotet que queríamos que el ser fuera examinado en la Real Academia de Ciencias y Artes, en Barcelona. Y fue así como finalmente Ricardo Clotet lo portó a la sede de la Real Academia. Allí se procedió a un primer reconocimiento, más bien una toma de contacto, orientada a confirmar la autenticidad del “ser”. Lo examinaron el Dr. Ramón Parés, microbiólogo, el Dr. Jacinto Nadal, catedrático de la Facultad de Biología de Barcelona y el Dr. Antonio Tejedo, catedrático de Anatomía del Hospital Clínico de Barcelona.

DC: ¿Cuál fue la conclusión?

RN. Tras confirmar que la composición del “ser” era orgánica, apuntaron la necesidad de un estudio en profundidad que facilitara su clasificación y fue el Dr. Nadal quien –atendiendo a su constitución– apuntó el calificativo de antropomórfico. Fue un primer contacto destinado a validar la autenticidad del ser y poder proceder a la entrega del “ser” al II.EE. Además, nos dieron unas pautas de conservación de la momia dado que las condiciones ambientales de Barcelona son muy distintas de la zona de procedencia, Atacama, muy seca y rica en salitre.


DC: Y a partir de este momento empieza un largo periplo de pruebas y análisis para intentar averiguar la auténtica naturaleza del ser, ¿es así?

RN: En efecto, lo ven diversos biólogos y médicos y compruebo con tristeza como en privado admiten unas cosas, pero en público otras. Recuerdo que en una ocasión uno de ellos me dice que no podía certificarme lo que realmente pensaba porque “estoy pagando una hipoteca”. Y en otra ocasión, me dijeron que se trataba de un espécimen realmente extraño, que no podía ser clasificado dentro de los tipos conocidos actualmente por la ciencia… pero en público sostenía que era un feto.

DC: ¿Qué instituciones han examinado el “ser”?

RN: En el libro que publiqué a finales del año 2011, “El ser antropomórfico de Atacama”, puedes ver los diversos análisis a los que se ha sometido al “ser” por parte de diversos laboratorios, facultades de biología, etc. Por ejemplo, en la Universidad Complutense de Madrid, cuando lo mostramos para un posterior análisis, sin entrar en más consideraciones y casi sin examinarlo, nos dijeron que era un feto. Y eso pese a que el esqueleto está perfectamente formado, que las extremidades están completamente desarrolladas, que, incluso, tiene callosidades en la planta de los pies. ¡Este ser anduvo! Esto último me lo confirmaron en dicha universidad; sin embargo, luego, cuando les pedí que me hicieran un informe por escrito en este sentido, se negaron y se reafirmaron en su conclusión de que era un feto. Lo mismo que me dijo el Dr. Tichy de la Universidad de Salzburgo.

DC: ¿O sea que el “ser” fue analizado también por la Universidad de Salzburgo?

RN: Sí, pero previamente estuvimos en Berlín. En el año 2005 se celebró en Berlín una exposición, Unsolved Mysteries, de objetos extraños y de difícil explicación, organizada por Klaus Dona, por cuya mediación pudimos presentar el “ser”. Quiero destacar que cedimos el “ser” para su exposición sin que mediara interés económico alguno, si bien solicitamos, a cambio, que se hiciera un análisis para intentar conocer su naturaleza y origen. Klaus Dona había invitado al evento a dos científicos de la Universidad de Salzburgo con el fin de que obtuvieran ADN del “ser”. Cuando lo intentaron vieron que el esqueleto era frágil y quebradizo y decidieron trasladarlo a la Universidad de Salzburgo donde contaban con mejores medios. Curiosamente, en estas reuniones estuvo presente la señora Cristina Aldea que, en ausencia de Klaus Dona, se prestó a hacernos de traductora. La señora Aldea me pidió permiso para fotografiar el “ser” a lo que accedí con la condición de que no divulgara ni hiciera publicidad de las mismas. Cuál no sería mi sorpresa cuando, al poco tiempo, pudimos comprobar que esas fotografías fueron presentadas en un congreso que tuvo lugar en San Marino en 2006. En fin, anécdotas aparte, al final el “ser” acabó en la Universidad de Salzburgo, en el mismo equipo de trabajo que había analizado el ADN de Mozart.

DC: Y realizaron el análisis de ADN…

RN: Al final no. Nosotros les facilitamos unas radiografías (que habíamos hecho en Barcelona, en el centro de radiología y diagnóstico por la imagen del Dr. García Espuche), algunas de las cuales nos extraviaron. En esas radiografías se podía observar que el “ser” tenía una fisura en el húmero y otra en el pabellón auditivo derecho, que probablemente fue la causa de la muerte. Es decir, este “ser” murió por un golpe. Y eso descarta la hipótesis de que se trata de un feto: este “ser” vivió entre 6 y 8 años tal y como dice ahora la Universidad de Standford, anduvo, a juzgar por las callosidades observadas en las plantas de sus pies, y murió de forma traumática. Pero la Universidad de Salzsburgo acabó diciéndonos que se trataba de un feto. En fin…

DC: Y de vuelta a España, ¿se efectuaron nuevas pruebas?

RN: Sí, pero entonces nuestra investigación intenta abrirse a nuevas disciplinas. Pensamos que era necesario estudiar el entorno en el que el “ser” se había encontrado, desde un punto de vista histórico y antropológico. Se trataba de situar al “ser” en su contexto. Así que nos pusimos en contacto con el antropólogo de la Universidad de Tarapacá (Chile), Bernardo Arriaza Torres, especialista en la cultura chinchorro y gran conocedor de los pueblos andinos. El primer encuentro lo tuvimos una noche en Arica y, tras un rápido examen del “ser”, nos dijo que se trataba de un feto con algún tipo de malformación. Al día siguiente volvimos a encontrarnos en el Museo Arqueológico de San Miguel de Azapa y fue allí donde nos recomendó llevar el “ser” a un congreso de momias que se celebraría en Lanzarote en febrero de 2007 y que él nos apoyaría, supongo que debido a los argumentos que aportamos en contra de la hipótesis del feto.

DC: ¿Y cuál fue la acogida que os dieron?

RN: Acudimos a los organizadores del evento y nos dijeron que, siempre y cuando no hagamos publicidad en la prensa del “ser”, permitirán que presentásemos una ponencia al final del congreso. Seguimos las instrucciones de los organizadores en cuanto a inscripción y demás (una de las cosas que debimos hacer fue encargar unos posters a modo de presentación) y cuál no sería nuestra sorpresa cuando al llegar a la sede del congreso a la hora indicada, nos habían cerrado la sala

DC: ¿Cómo?

RN. Parece increíble, ¿verdad? Pese a ello, insistimos y pudimos enseñar la momia del “ser” a los participantes que estaban en el hotel y la verdad es que nos extrañó mucho que, sin análisis ni examen en profundidad ni prueba alguna y observando el “ser” en una sala mal iluminada, dictaminasen que se trataba de un feto. En ese congreso conocimos a Francisco Etxebarria Gabilondo, antropólogo forense y titular de la cátedra de medicina legal de la Universidad del País Vasco que dijo que estaba convencido que era un feto y se comprometió a darnos un dictamen por escrito. Pese a agradecer el gesto del Dr. Etxebarria, la verdad es que no coincido con algunas de las conclusiones a las que llega en su informe

DC: ¿También lo ha visto la Universidad de Granada?

RN: Sí. Fue en ese congreso de Lanzarote en donde, para salir de dudas, nos recomendaron que hiciéramos un análisis de ADN al “ser”. Precisamente en ese evento conocimos a D. Miguel Cecilio Botella, catedrático de Antropología Física de la Universidad de Granada, que se brindó a efectuar ese análisis de ADN. Así que, pasados unos días, nos presentamos en la Universidad de Granada. Allí fueron muchas personas de todos los departamentos los que se interesaron por el “ser”. Recuerdo que el antiguo decano nos dijo: “Tened paciencia porque a la ciencia le cuesta mucho admitir las cosas nuevas”. La misma persona que analizó el ADN de Cristóbal Colón fue quien analizó el ADN del “ser”. Al cabo de unos meses, el Dr. Juan Carlos Álvarez nos dijo que se trataba de una momia correspondiente a un ser de raza amerindia, que era una hembra y varias cosas más, sin mayor trascendencia, con las que no estoy en absoluto de acuerdo. Porque el “ser” de amerindio no tiene nada: 13 centímetros, con cresta, la longitud de las extremidades, el tamaño de la cuenca de los ojos…

DC: Me decías que paralelamente a este tipo de estudios, habíais iniciado una línea de investigación que aportara información acerca del entorno en el que debió vivir ese “ser”, ¿verdad?

RN: Entramos en contacto con una investigadora colombiana, Gilda Mora, que me abrió los ojos al decirme que tenía noticias de estos seres, que habían existido en tiempo de la conquista española, de Nueva España y que, incluso hoy en día, se tenía referencias de ellos en un lugar llamado “El cerro de los enanos”, en Colombia, de muy difícil acceso. Esas historias hablan de una civilización de seres diminutos, de unos 35-40 centímetros, que vivirían en lo alto de las montañas. Y eso encaja con la momia del “ser” que tenemos, porque se trata de un individuo joven, de ahí que mida apenas 14 centímetros, además sabemos que los procesos de momificación el cuerpo se encoge un poco.

DC: Pero la ciencia se enroca en la hipótesis del feto.

RN: Desgraciadamente, así es, al menos en público. En cierta ocasión el Dr. Parés me dijo que si conseguíamos un segundo ejemplar, entonces no habría opción y la ciencia debería reconsiderar la hipótesis de que se trataba de un simple feto. Así que en 2008 organizamos una segunda expedición, pero esta vez no ya para documentar posibles casos de OVNIS sino con el propósito de localizar un segundo “ser” que confirmase que estamos ante un desafío que hay que investigar en profundidad. Ciertas informaciones, que recabamos de unos y de otros, nos llevaron hasta Pachica, en el desierto de Atacama, un lugar muy alejado de donde Oscar Muñoz encontró la primera momia. Pachica es una población pequeña, de casas modestas y una vez allí entablamos amistad con sus habitantes que nos llevaron al lugar en el que, según nos dijeron, habían encontrado otro cadáver muy parecido al “ser”, metido en una vasija, que es como se enterraba a los gentiles.

DC: ¿Quiénes son esos gentiles?

RN: Cuando documentamos el entorno geográfico en el que debía moverse el “ser”, topamos con los testimonios de la tradición oral de personas de la etnia aimara. Hemos hablado con dirigentes del pueblo aimara y para ellos no existe ninguna duda: estos seres existen y forman parte del llamado “pueblo gentil” que convivía con los aimaras. Vivian separados pero ese pueblo existía y se respetaban. El pueblo gentil habitaba la zona que se encuentra en lo que actualmente es el sur de Perú, Bolivia y el norte de Argentina y Chile. Al parecer, con la llegada de los españoles muchos de ellos murieron y los supervivientes se refugiaron en las montañas.

DC: ¿Y pudisteis encontrar algún rastro de esos seres?

RN: Por desgracia no, aunque tengo la sensación de que estuvimos cerca. En 2005 hubo un terremoto en la zona de Tarapaca y en la montaña, en donde esperábamos hallar un enterramiento, se había producido un corrimiento de tierras y, pese a nuestros esfuerzos, no conseguimos localizarlo. Estuvimos hablando con un dirigente aimara, Alejandro Capetillo, ingeniero químico de profesión, que nos habló de la existencia de unos bancales en donde esos seres cultivan maíz. Pudimos hablar también con una indígena aimara que nos refirió una población más al interior, de muy difícil acceso. Desgraciadamente, teníamos el vuelo de regreso cerrado y no nos dio tiempo de llegar hasta ahí. Una pena porque estoy convencido de que con un poco más de tiempo hubiéramos podido localizar la momia de otro de estos “seres”. Nos queda pendiente.

DC: ¿Qué papel juega el Dr. Steven Greer en todo este asunto?

RN: La primera vez que hablé con el Dr. Greer fue en Sitges, a raíz del congreso de Exopolítica, en verano de 2007. Le invité a visitar el centro del II.EE. y fue allí donde le mostré el ser antropomórfico de Atacama. Tras una primera observación, su reacción fue decirme que no era humano. ¡Y él es médico! No volvimos a vernos otra vez hasta septiembre de 2012 de nuevo, cuando él voló desde Estados Unidos hasta Barcelona para examinar de nuevo el “ser” y poderlo filmar. Semanas antes habíamos tenido una larga conversación telefónica en la que un abogado sudamericano nos hizo de traductor. La sensación que tuve fue que el Dr. Greer pretendía documentar un artículo, pero no pensé que fuera a venir a Barcelona ya que desde el año 2007 en que había visto el “ser” por vez primera parecía que se había desentendido del asunto, hasta finales de verano de 2012, cuando volvió a venir con la Dra. Bravo y su equipo. Entonces fuimos a un centro de radiología para que le hicieran radiografías, tomografías computarizadas y le extrajeran ADN.

DC: Y a partir de esos elementos, el Dr. Greer y su equipo elaboran el documental de Sirius Disclosure, ¿es así?

RN: Exacto.

DC: Y con la perspectiva que da la experiencia y el camino recorrido ¿Cuál es tu opinión acerca de la naturaleza y origen del “ser”?

RN: Yo creo que tenemos entre manos algo muy importante. Y quienes han efectuado los análisis y los estudios desde los diversos estamentos científicos lo saben, pero no se atreven a confesarlo públicamente. Y es que me extraña mucho que no haya más interés por parte de los estamentos académicos en iniciar una investigación en profundidad. Es como que algo les asusta. Nosotros intentamos ser muy prudentes, no hacemos publicidad ni proselitismo de tipo alguno. Vamos a lo nuestro: investigación del fenómeno OVNI allí donde se presente. Ha sido muy recientemente, a raíz del documental del Dr. Greer que este asunto ha tomado una cierta relevancia. Y lo que más lamento es que se haya bautizado a ese “ser” cuando en realidad todavía no sabemos a ciencia cierta de qué se trata. ¿No sería más propio llamar “ser antropomórfico de Atacama”? Porque en definitiva y hasta donde nosotros sabemos es de lo que se trata: un ser de aspecto y apariencia humana hallado en el desierto de Atacama.

DC: Pero, ¿no crees que realmente pueda tratarse de un humanoide, tal y como lo califica el Dr. Greer?


RN: Una cosa es lo que creo y otra muy distinta lo que puedo afirmar. Yo creo que, con los indicios que tenemos y en función de las experiencias que he podido obtener de los contactos en mis diversos viajes a la zona, efectivamente podríamos estar ante un espécimen de una raza que llegó en tiempos remotos a la Tierra. No sabemos qué pudo haber pasado pero, por causas que ignoramos, quedaron atrapados sin posibilidad de regreso y se refugiaron en los Andes (tal vez porque las condiciones climáticas y de presión se asemejarían a su lugar de origen) en donde se reprodujeron y consolidaron algún tipo de organización social que han mantenido de forma muy discreta hasta ahora. Curiosamente, estos seres –según las referencias que hemos obtenido tanto en Chile como en Colombia– son nocturnos. Eso es lo que creo. Lo que puedo afirmar es que se trata de un ser real, de naturaleza orgánica, de apariencia antropomórfica que no encaja con ningún tipo humano conocido. Y que nos queda un largo camino de investigación por recorrer.

© David Álvarez Planas 2013

ARTICULO PUBLICADO EN EL NUMERO 2 DE LA PUBLICACION DIIGITAL DOGMACERO-HORIZONTE ALTERNATIVO

[1] II.EE. Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos con sede en la calle Provençals, 5 de 08019-Barcelona
[2] Ramón Parés i Farrás. Barcelona, 1927. Licenciado en Ciencias Naturales por la Universidad de Barcelona, Doctor con premio extraordinario en 1956. Titular de la cátedra de Microbiología de la UB en1964. De 1968 a 1973 decano de la Facultad de Biología de la UB. De 1973 a 1975 presidente de la Societat Catalana de Biología. De 1956 a 2004 presidente de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Nancy (1987).

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Para conocer un poco más acerca de este fenómeno, os dejamos algunos links de interés sobre el ser de Atacama:



viernes, 21 de junio de 2013

Criptolibros (X): Mitos y creencias, de José Mª Satrústegui

José Mª Satrústegui

José María Satrústegui (1930-2003) fue un prestigioso sacerdote, etnólogo, antropólogo y escritor nacido en Arruazu, Navarra que –sin proponérselo-  realizó una gran labor a favor de los estudios criptozoológicos en nuestro país.

El título que hoy recordamos, Mitos y creencias, es una obra fundamental para entender el mundo mítico vasco y comprender lo que hay de leyenda y de realidad en todo lo concerniente a los gentiles, los gigantes y –fundamentalmente – a Basajaun, el supuesto hombre salvaje del País Vasco y Navarra.


Muchos autores han recogido los testimonios recopilados en este libro por Satrústegui, en lo concerniente a encuentros con estos “homínidos reliquia”. Ahora, con su lectura, tenemos la oportunidad de leer de primera mano dichas referencias, tal como lo plasmó este eclesiástico navarro en 1980, fecha de edición de la obra. Encuentros de los pastores de la zona con la mítica criatura en los años 50 del siglo pasado...

Para conocer un poco mejor a Basajaun, podéis escuchar aquí la entrega de Crónicas Criptozoológicas que hemos dedicado recientemente a este ser y en la que hacemos referencia a los encuentros relatados en la obra de Satrústegui.


martes, 18 de junio de 2013

Conferencia sobre la existencia de gigantes

Robert Goodman
El próximo viernes, 21 de junio, tendrá lugar la conferencia titulada “Los gigantes: ¿existieron una vez en la tierra?”, pronunciada por el escritor e investigador Robert Goodman.

La conferencia, gratuita, comenzará a las 19.30 horas en el local de la Asociación de Estudios Espiritas de Madrid, situada en la calle de la bolsa, 14 1º dcha, letra D.


La Asociación, en una nota difundida para la ocasión, señala que “es inevitable maravillarnos ante la pléyade de seres mitológicos que pueblan las leyendas que adornan nuestra humanidad en este planeta. Se habla de criaturas fantásticas que convivieron con mayor o menor fortuna con el hombre y que despertaron admiraciones y temores a partes iguales. Robert Goodman, cogerá el testigo de esas leyendas e indagará en los rastros dejados por testimonios o evidencias que podrían demostrar que más allá del misterio pudo haber existido una realidad palpable que demostrase la existencia de estos colosos.”


Lo dicho, este viernes, gigantes en Madrid…


jueves, 13 de junio de 2013

Rodríguez de la Fuente y el monstruo de la Laguna Negra

Como si de una atípica versión de Españoles por el mundo se tratara, hoy vamos a recordar un aspecto poco conocido del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, quien también recorrió miles de kilómetros en su vida en busca de animales desconocidos. Aunque no creyera en la posibilidad de la existencia de monstruos en nuestro planeta, los testimonios que le llegaban de cierto rincón del mundo, de boca de personas de su confianza, le hicieron visitar un paraje lleno de misterio en el que –según cuentan – viviría un enorme y desconocido animal acuático.

Entre los numerosos trabajos realizados por Félix Rodríguez destaca por su importancia y su difusión internacional la serie televisiva El hombre y la Tierra. Parte de ella, la conocida como serie Sudamericana, fue rodada en 1973 en Venezuela, concretamente en Los Llanos, el Orinoco y en el Amazonas, con algunos capítulos tan conocidos como Operación anaconda, en el que el documentalista estuvo a punto de sufrir un grave accidente con uno de estos animales.

En el país sudamericano, filmaron más de  70.000 metros de película. Durante ocho semanas recorrieron
Vista aérea de la
Laguna Negra
cerca de 30.000 kilómetros en avión, avioneta, helicóptero, canoa, a caballo, a pie y en todoterreno, con dos toneladas y media de equipo a cuestas con el que grabaron pueblos indígenas, paisajes y todo tipo de animales.

Para uno de sus episodios se eligió la Laguna Negra, el paraje cargado de misterio al que nos estamos refiriendo. La Laguna Negra –también conocida como Laguna del Rey Leopoldo- está situada en el Parque Nacional de Sierra Nevada, a casi 3.500 metros de altitud y nunca fue explorada hasta que, en 1973, un equipo dirigido por el naturalista español se decidió a hacerlo y puso pie en la zona.

El lugar estaba habitado, al parecer, por un enorme monstruo acuático que habría sido divisado desde el aire por expediciones anteriores que sobrevolaron la laguna. el extraño ser formaba parte de la tradición popular de algunas tribus indígenas del área desde tiempo inmemorial.

Para la ocasión, enlazamos en el blog un documento de primera mano, un programa de radio en el que el propio Félix Rodríguez explica su experiencia en este inhóspito y aislado paraje. En diciembre de 1973, y durante siete años, el cineasta comienza a emitir semanalmente el espacio La aventura de la vida en Radio Nacional de España.


Una de sus emisiones - la que ofrecemos a continuación - estuvo dedicada al supuesto monstruo que habita la Laguna Negra y a la expedición que el 23 de marzo de 1973 realizó el equipo de Televisión Española al lugar. El audio está dividido en dos partes. El relato comienza a partir del momento 12´45”, aproximadamente, de la parte 1.


Enlaces:


Parte 1       Parte 2



martes, 11 de junio de 2013

Descubren un protozoo gigante en Murcia

Foto: Oceana/CSIC
Científicos de Oceana, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEAB-CSIC) y del Centre d'Océanologie de Marseille han descubierto una nueva especie en la montaña submarina de Seco de Palos, situada a unas 30 millas de la costa de Murcia, frente a Cabo de Palos.

Se trata de un protozoo, un organismo unicelular gigante, de unos 4 o 5 centímetros de longitud, perteneciente al grupo de los foraminíferos y que imita la apariencia y la forma de conseguir comida de las esponjas carnívoras .El hallazgo, publicado por la revista científica Zootaxa, se ha denominado Spiculosiphon oceana, en honor de la organización que ha recogido las muestras.


Los foraminíferos son organismos constituidos por una única célula, de apenas unos milímetros, similares a las amebas, y capaces de formar una concha o testa, dentro de la cual se refugian. Lo llamativo de los ejemplares descubiertos es que llegan a alcanzar 4 centímetros, lo que los convierte en los mayores conocidos en el Mediterráneo. Además, esta extraña especie tiene otra particularidad y es su apariencia, que inicialmente llevó a considerar que no se trataba de un protozoo sino de un animal multicelular del grupo de las esponjas.

Según el investigador del CSIC Manuel Maldonado, que ha liderado la investigación, la conformación del pedúnculo y la cabeza de este organismo eran muy similares a las de las esponjas carnívoras que se han hallado en el Mediterráneo. Además, destaca que "lo más extraordinario" es que la concha estaba formada exclusivamente por espículas (piezas esqueléticas de esponjas muertas) que el protozoo había recogido del fondo marino para construir su concha, cementándolas unas a otras mediante un "pegamento proteínico' de aspecto similar al que emplean las esponjas (espongina)".

Imagen en 3D del Seco de Palos.
Fuente: IEO

"La montaña submarina del Seco de Palos está demostrando ser un lugar de alto interés dentro del Mediterráneo. Ya era conocida por su importancia para especies como cetáceos, tortugas, atunes o tiburones, pero los hallazgos de sus fondos están resultando también sorprendentes", ha subrayado el director de investigación de Oceana, Ricardo Aguilar, que ha añadido que esta "extraña especie" ha demostrado lo poco que se sabe de las aguas y el "peligro real de perder biodiversidad, antes incluso de que sea conocida".

Este protozoo ha resultado pertenecer a una familia muy conocida de los foraminíferos, los eschizamínidos, de los que solo se conocen 11 especies, además de ser la segunda especie del género Spiculosiphon descubierta en todo el mundo y la única en el Mediterráneo. Hasta el momento, la única especie de este género identificada Spiculosiphon radiata, descubierta en Noruega hace 40 años a unos 100 metros de profundidad, pero su tamaño es la mitad de la hallada en el Seco de Palos.

Imagen: Zootaxa

Mientras se descubría este nuevo foraminífero en el Mediterráneo español, el profesor Jean Vacelet, un especialista en esponjas de la estación marina de Endoume, del centro de Oceanografía de Marsella, aseguró que había encontrado un organismo similar en cuevas submarinas de la costa mediterránea francesa donde también habitan esponjas carnívoras. Sin embargo, el tamaño de este otro foraminífero era inferior al hallado en la montaña submarina española: solo un centímetro.



El hecho de que estos nuevos foramíniferos compartan similitudes morfológicas y de alimentación con las esponjas carnívoras probablemente se debe a que ambos organismos ocupan ambientes ecológicos similares que les han forzado a desarrollar estrategias similares para alimentarse. Por tanto, Oceana no descarta que en el Seco de Palos puedan hallarse también esponjas carnívoras, como ya se han detectado en otras montañas submarinas españolas, como el Seco de los Olivos (frente a Almería) o las montañas Emile Baudot y Ausias March en el Canal de Mallorca. Las tres instituciones -CEAB-CSIC, Centre d'Oceanologie de Marseille y Oceana- han sumado sus esfuerzos en cooperación para poder arrojar más luz sobre estos interesantes organismos.


Fuente: Europa Press


viernes, 7 de junio de 2013

Extraño pez en Guipúzcoa, 1912

Hoy recordamos en Criptozoología en España un curioso caso ocurrido hace más de un siglo en aguas de Guipúzcoa. Un vapor pescó un extraño animal que, tras ser llevado  a puerto, fue troceado y expuesto en la Pescadería municipal para regocijo de vecinos y enfado de los miembros de la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, quienes tuvieron noticia del suceso y hubieran deseado poder estudiar al animal en cuestión.

Reproducimos a continuación la nota que Don Pedro M. de Soraluce leyó ante el pleno de la citada Sociedad del 18 de junio de 1912, en la que narra los sucesos que tuvieron lugar alrededor del extraño pez hallado:

Única imagen conservada del extraño pez capturado

“Un pez extraño del todo desconocido en el Cantábrico

La prensa local y regional y aun la española y francesa, han venido ocupándose con interés y curiosidad de la singular pesca efectuada en este saco del Cantábrico, el día 3 de Marzo del corriente año de 1912.

Las revistas ilustradas han contribuido igualmente por su parte, a dar mayor notoriedad al caso presente. Se trata del Pez enorme, como fue bautizado por un periódico local, el cogido el domingo 3 de Marzo por la vapora de pesca María Bautista, patrón Vicente Oronóz, de la matrícula de San Sebastián.

Dicho día zarpó de este puerto, a las seis y media de la mañana, la citada embarcación, propiedad del conocido patrón armador D. José Javier Urresberrueta, mi antiguo y estimado amigo.

A la altura de tres millas N. S. de la boca del puerto de Pasajes, a eso de las diez y media, el María Bautista, uno de los contados vaporcitos de pesca que se habían aventurado a capear el temporal reinante para dedicarse a su arriesgada industria, divisó un pez enorme, que al principio creyeron los tripulantes sería un tiburón.


El puerto de San Sebastián en una antigua imagen
Se acercaron a él y notaron que perseguía y comía la abundante pescadilla que había en aquellos parajes. Tan anormal les pareció aquel pez (completamente desconocido aún entre los más veteranos pescadores de esta costa), que decidieron ver si era posible cogerlo.

Su andar velocísimo y el remolino de agua que en las evoluciones promovía, hizo que la tripulación del María Bautista sintiera doblemente mayor y verdadera curiosidad por dar caza al extraño ejemplar; y al efecto, tuvieron que virar varias veces siguiendo la ruta del fugitivo, hasta que un marinero de proa, Benito Urresberrueta, le lanzó el arpón con tan certera puntería, que fue a clavarse en la cabeza del animal.

Éste, al sentirse herido, se revolvía furiosamente y con tal fuerza, que tres hombres no fueron suficientes para arrastrarlo hacia la embarcación, viéndose la tripulación en grave apuro, cuando se trató de colocarlo sobre cubierta. Una vez conseguido esto, el María Bautista regresó a puerto, porque el viento impedía el avanzar.

Al tocar en el muelle y desembarcar el monstruo pescado, numeroso público se arremolinó a contemplarlo, lo propio que después ocurría en la Pescadería de la Brecha. El María Bautista regresó a San Sebastián a las once y cuarto, y acto seguido fue conducida la presa a la Pescadería, donde, sin conocimiento del propietario de la embarcación Sr. Urresberrueta, ni del patrón Sr. Oronóz, fue fraccionada por los empleados de dicho establecimiento municipal.

Vapora de pesca guipuzcoana. En la imagen,
la Esperanza, en 1919.
Debido al mal aspecto del tiempo, no salí dicho domingo a efectuar una de mis habituales excursiones pirenaicas, y estando comiendo, recibí noticia de la captura por mediación de la estimable familia del Sr. Urresberrueta, y aviso de que pasase a examinar a la Pescadería dicho fenómeno.

Así lo efectué y pueden figurarse los estimables compañeros de la Junta Directiva de la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, nuestro sentimiento a la vez que nuestra indignación, cuando nos encontramos con que ya había sido completamente descuartizado dicho monstruo, sin orden, permiso, ni consentimiento, repito, del señor Urresberrueta ni de su familia. Y menos mal que antes había sido fotografiado, lo mejor posible, por un redactor artístico de la revista local Novedades.

Al primer golpe de vista, de lejos, creí hallarme ante un escualo común, pero al fijarme en la forma de la cabeza y boca, mi asombro fue grande; y nada digamos del pesar al considerar el rarísimo ejemplar que perdía el pequeño naciente Laboratorio Museo de la Sociedad de Oceanografía.

La estructura general era la de un tiburón. Las largas aletas aquellas demostraban ser de pez de gran velocidad. Medía tres metros y treinta y cinco centímetros de largo. Pero la configuración de la cabeza era la de las focas, dada la protuberancia que presentaba en su extremidad, así como otra menor más abajo. En cambio la apertura de la boca era enorme, idéntica a la de los tiburones. En ésta no poseía dientes, pero sí fibrosas carnosidades de marfileña blancura, que denotaban su escasa edad. Pesó ciento setenta kilos bruto. Para dar idea de su potencia vital, bastará con decir que a las dos horas de capturado, todavía se revolcaba en la Pescadería.


Puesto en la pescadería de la Brecha (1938)
© CC BY-SA: KUTXA FOTOTEKA. FONDO MARIN. PASCUAL MARIN
Nuestros pescadores y mareantes, aun los más veteranos (y personas inteligentes), no acertaron a definir dicho raro cuanto extraño pez, pues jamás han encontrado en esta costa una cosa igual, y en la misma ignorancia permanecieron veterinarios que examinaron su carne, la cual era blanquísima, en extremo grasienta y algo dura. La piel era áspera y negra.

Se consultaron varias obras de Historia Natural y libros de Oceanografía, pero todo fue inútil. Alguien insinuó que haría unos catorce o quince años fue cogido otro extraño pez, quizás algo parecido al presente, en la costa vizcaína, siendo expuesto al público mediante pago.

Esta era la idea que tenía el honorable armador Sr. Urresberrueta, y la de, tras haber sido convenientemente fotografiado y estudiado aquel fenómeno, regalar su cabeza al Museo de la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, entidad hacia la cual tanto cariño y entusiasmo ha demostrado y demuestra siempre el conocido propietario de la vapora María Bautista.

Desgraciadamente no pudo ser así, por la libertad que se habían tomado los empleados de la Pescadería. El ejemplar aquel (mejor dicho las fracciones), fue visitado por numeroso público, que hacía muchos comentarios sobre su estructura extraña, peso y captura.

Vapor pesquero en el puerto, 1917.
© CC BY-SA: KUTXA FOTOTEKA. FONDO FOTO CAR. RICARDO MARTIN

Para que se comprenda el tiempecito que reinó dicho domingo 3 de Marzo, copiaremos el parte meteorológico del Observatorio de Igueldo, del citado día, expedido a las nueve de la mañana, que decía así:

«El temporal de vientos continuará en el mar. El día pasará sin llover o con poca lluvia.— Barómetro 762-8. Termómetro 7-4. Mínima 7-4. Máxima 16-8. Pluviómetro 11. Cielo lluvioso. Viento fuerte ONO. Mar gruesa y picada.»
La prensa local publicaba al día siguiente, lunes: «El tiempo muy malo y peligroso, fuera de costa, por el fuerte viento que reinaba, obligó a los pesqueros de rastra, besugueros, etc., a mantenerse de arribada.»

La fotografía que acompaña a esta nota oceanográfico-ictiológica, da imperfecta idea de lo que era el citado raro pez. Destácase el cuerpo, que, como se verá, tiene todo el aspecto de un escualo, pero, en cambio, dada la posición en que se le colocó, no se vislumbra (o resulta muy borrosa) la parte de la cabeza, que era y es lo más interesante en el caso presente, por lo singular del fenómeno. Pero siempre, algo es algo poseer una fotografía.

¿Tal vez el extraño pez fuera un tiburón peregrino?
Consultamos los días siguientes a oceanógrafos tan ilustrados como D. Manuel Mercader y D. José Domercq, quienes después de estudiar diferentes tratados y hablar con pescadores e inteligentes, no pudieron emitir una opinión firme acerca del particular, pero lamentaron en extremo lo acaecido en la Pescadería.

Y lo siente doblemente la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, quien, ante lo extraordinario del caso, no hubiera escatimado medios para que fuese estudiado dicho pez por ilustraciones como el reputado naturalista Dr. D. Odón de Buen, Catedrático de la Universidad Central de Madrid, el eximio Dr. J. Richard, Director del Museo Oceanográfico de Mónaco, y el erudito Director del Instituto Oceanográfico de París, señor Barón Berget.

No terminaremos sin dejar consignado, que para la mayor seguridad y antes de presentar esta nota ictiológica, la hemos leído al respetable y honrado patrón D. José Javier Urresberrueta, quien nos ha dado su plena y perfecta conformidad.”

¿Qué raro animal fue encontrado en  aguas guipuzcoanas hace 101 años? ¿Si no hubiera sido descuartizado, la Ciencia habría hallado una nueva especie al poderlo estudiar con detenimiento? O bien, ¿se trataba de una especie desconocida en la zona pero perfectamente identificada por los biólogos marinos? Por desgracia, sólo nos queda especular basándonos en el relato de los hechos y en la imagen que acompaña a este artículo…